Por: José de Jesús Marmolejo Zúñiga.
Más allá de un relato que hable de robots, en particular quizá de uno legendario para quienes hemos nacido en los 80's como lo fue robocop, un humano a quien se alargan los recuerdos, los sentimientos pero ante todo la vida con una carcasa que presenta todo el poder de la informática, la robótica y los sistemas, la cibernética en el marco de los procesos investigativos tiene que ver con aspectos de otro tipo.
Antes de llegar a dicho concepto, para Brunet y Morell (2001), es importante lanzar por delante la premisa de que "si un observador y un observado forman parte del mismo objeto descrito, la convergencia entre el sujeto cognoscente y el objeto por conocer no puede sustraerse del principio de reflexividad", este argumento que parece ininteligible, se aclara definiendo a la reflexividad como la capacidad que desarrollan los sistemas para tomar conciencia de sí y delimitarse respecto a un entorno o ambiente.
Es importante junto con lo anterior, reparar en algunos de esos términos que constituyen el vocabulario propio de una temática y que comenzarán a utilizarse. Uno de ellos es el de observador que es, un descriptor sin juicios, solo emisor de características que nos permitan identificar lo que sucede o parece suceder, una de las primeras habilidades que las escuelas normales, formadoras de los futuros maestros, insuflan en sus nuevos estudiantes es la capacidad de poder convertirse en observadores. Otro concepto es el lenguaje siendo aquello por lo que se conectan dos observadores y finalmente la sociedad, constituida en un núcleo básico por los mismos dos observadores, que la conforman dicho sea de paso al utilizar el lenguaje. Foerster ofrece en esta parte una relación a manera de triada entre el pollo, el huevo y el gallo, en la que se necesitan los 3 para que puedan existir los demás.
Como esta relación en múltiples textos podemos encontrar otra que parece interesante, la existente entre Filosofía, Ciencia y Tecnología, la primera es madre de las otras, ayuda a ambas a dar explicación lógica a sus conceptos, la Ciencia por su parte utiliza herramientas de la tecnología para profundizar sus investigaciones y la Tecnología a su vez ocupa los conocimientos generados por la Ciencia como referencia para aplicarlas en nuevas instrumentaciones.
Sea la anterior una relación para hablar de que todos los avances en conocimiento o desarrollos tecnológicos, se realizan bajo un paradigma y una epistemología vigentes, en un sentido reduccionista, la primera definida como manera de pensar, y la segunda, de buscar el conocimiento, con todo lo que ello implique en materia de relación entre quien investiga y lo que investiga. Es relevante en este apartado, utilizar el concepto de paradigma de Thomas Khun como estereotipo o modelo, específico de una cultura o de un lenguaje, para ligar descripciones semánticamente.
Alguna vez se ha escuchado con certeza que un paradigma no puede ser eliminado hasta que llegue un paradigma más fuerte, pero Foerster nos habla de que un paradigma puede ser rechazado cuando presenta incoherencias o incompatibilidades con la realidad pero también ¡Cuando es absolutamente irrefutable! y ahí nos habla del descubrimiento de Copérnico con la teoría heliocéntrica así como de las reticencias que sufrió en su momento. Una dicotomía igualmente radical es pensar que la realidad se encuentra o en los objetos observados o en los sujetos que observan, por lo que no debemos entregarnos ni al objetivismo ni al subjetivismo, porque debemos recordar que si una proposición sin sentido es negada, el resultado es nuevamente una proposición sin sentido. Sin leyendas negras ni leyendas rosas, sin radicalismos es más posible encontrar un punto coherente en esta vida.
Para volver al tema de la Cibernética, que es llamada así la epistemología reflexiva, diremos que presenta una propuesta opuesta al de la epistemología clásica, pues mientras la última establece una distancia entre sujeto-objeto, la primera nos expresa de acuerdo a Brunet y Morell (2001) que un mundo exento de reflexividad ni podría haber generado sujeto alguno, ni sería inteligible para ningún sujeto, este tajante y un poco confuso axioma encuentra mayor iluminación cuando se expresa que la objetividad reflexiva «desborda el objeto e incluye en su radio de acción al sujeto, que así debe dar cuenta de sí mismo en los términos de los que es producto: la propia objetividad por él constituida» (Navarro, 1989, citado por Brunet y Morell, 2001). Es en este momento, donde asociado a los conocimientos previos que tenemos en materia de reflexión, podemos comenzar una comprensión del concepto, en palabras coloquiales podemos decir que es un momento donde no solo vemos hacia afuera, sino que vemos hacia adentro, escribimos diríamos con los ojos cerrados, mirando hacia adentro.
La epistemología clásica nos habla de una realidad externa existente, la perspectiva cibernética nos dice que construimos dicha realidad, somos partícipes de la misma. Dentro de la misma, ha habido también revoluciones y evoluciones, la de primer orden es denominada también de los sistemas observados, pues sitúa al sujeto en el exterior al sistema observado, y la de segundo orden, que es la de los sistemas observadores, en ésta se incluye al observador como parte del sistema. En ésta última es fundamental el concepto de reflexividad, dejando de lado la relación objetividad-subjetividad, se asegura que el objeto solo es definible en relación a un sujeto. Es decir: toda noción cibernética (y toda noción es cibernética), es dependiente del observador.
En la cibernética de segundo orden entra la cibernética social, la primera es llamada también una cibernética de la cibernética, donde el observador que es parte del sistema tiene autonomía, estipula su propio propósito y tiene responsabilidad sobre sus actos ¿Reflexión de lo que se reflexiona? ¿Metareflexión? Se preguntaría en esta parte.
Otra forma de entender estos sistemas de segundo orden, es hablando de la mancha ciega que nos propone Foerster, lo cual se resume en la frase "cuando no vemos que no vemos" porque la mancha está fuera de nuestro campo visual. En esta parte es posible recordar la frase "si no veo que estoy ciego, estoy ciego, pero si veo que estoy ciego, veo". La segunda parte de la frase serían las terapias de segundo orden que requerimos para evitar esa ceguera.
Dentro de la argumentación, múltiples estudiosos han hecho aportes interesantes, como pudiera ser el de Bateson (1994, citado por Brunet y Morell, 2001), en el que expresa la creencia de que «no hay cosas que estudiar, sólo se estudian ideas, sólo las ideas de las cosas», cuestión interesante que nos hace pensar ¿Es realidad que cuando estudio cómo utilizar una herramienta tecnológica estoy estudiando una idea y no el software así como sus herramientas o usos? Pareciera de entrada falso, aunque buscando cuadrar con la idea pensaríamos que estamos estudiando la idea que tiene alguien para resolver cierto problema. Implícita al menos sí se encuentra su expresión. Como si se escuchara nuestra reflexión, es el citado autor quien adelanta «Quien percibe solo debe percibir el producto, no debe percibir los medios en virtud de los cuales se creó ese producto. El producto mismo es una especie de obra de arte».
Alguna vez leyendo a Gabriel Zaid, hablaba de esas importantes estancias en España y Francia, donde cobijado por el Quijote, se dio un importante paso para él, empezar a leer descifrando ahora, no solo lo que la novela le proponía, sino pensando en todo momento ¿Por qué había escrito el autor aquello, cuál era su intención, quién era en ese momento? Agustín de Hipona, hacía la misma invitación, a no solo pasar los ojos por las letras, sino tratar de entender, en este caso lo que nos expresaban las escrituras "sabiduría antes que elocuencia" solía decir.
Se sabe que con la aparición de la mecánica cuántica y la teoría de la relatividad, en particular con los teorías de Schrödinger, el principio de incertidumbre de Heisenberg, el análisis de Gödell, las teorías de Einstein con su relación en el espacio-tiempo o más recientemente con la teoría de cuerdas, se han puesto en duda muchos preceptos anteriormente aceptados en la ciencia clásica, newtoniana por una parte, con una fuerte influencia de Descartes por otra. El cogito ergo sum toma dualidad de "a veces pienso y a veces existo en la actualidad". La respuesta a la pregunta ¿Cómo estás? Quizá necesita una mayor precisión, para obtener una respuesta concreta, posición y velocidad, estarán en juego. Esto me recuerda a Borges que solía decirnos que el ser humano es sumamente contradictorio en sus ideas, con lo cual no tenía problema, pues decía, en otras palabras que si le daban unos cuantos minutos él también podía estar en contra de sus premisas... Reduccionismo, subjetividad, interpretatividad, complejidad, partes del ser humano.
Es decir, la objetividad del observador, es muy difícil de sostener tras las teorías más aventajadas, ese "las propiedades del observador no deben entrar en la descripción de sus observaciones" se vuelve insostenible. El sociólogo Luhman nos adelantaba que la sociedad es una relación de relaciones. En términos muy entendibles de Maturana (1979, citado por Foerster, 1996:89) "Todo lo dicho, es dicho por un observador". Como lo diría Prigogine y Stengers (1993, citados por Brunet y Morell, 2001) vivimos «en un mundo indiscutiblemente aleatorio, en un mundo en el que la reversibilidad y el determinismo son casos particulares y en el que la irreversibilidad y la indeterminación microscópicas son la regla».
No debemos de confundirnos en la observación de observadores con estos conceptos que parecen paradojas, como la del mentiroso de Creta (un hombre cretense que decía que todos los cretenses eran mentirosos), pues ya Rusell en sus teorías de los tipos defendió que no pueden considerarse todos los sujetos en el mismo nivel de realidad, al menos en la parte lingüística.
Un punto importante a destacar es que esa construcción de la realidad, la cual no es existente, al mismo tiempo que del conocimiento, alberga a una teoría ampliamente utilizadas en la educación como lo es el constructivismo, lo podemos ver también por el medio, el ecosistema del que forman parte los principales actores: académicos, alumnos, administrativos, directivos y padres de familia. En este tipo de relaciones siempre nos gusta recordar las palabras de Octavio Paz cuando definía el concepto de "Tuyo", es el "Tú" que se vuelve "Yo" las dos sílabas de la palabra "Tuyo". Eso es la que la educación, la generación, adquisición y difusión del conocimiento representa para quienes se encargan de cultivar la verdad sin segundas intenciones "Un mío que se vuelve nuestro".
Si se fija la atención en el docente, se verá que es el observador-observado, al mismo tiempo lo es el estudiante, de la misma forma el director del plantel.
Quizá no pudiéramos pensar en el concepto de autocrítica, sin pensar inmediatamente en el paradigma que precede en tiempo al positivismo y al naturalismo (interpretativo), así como el que se encontró antes de la complejidad del cual es compilador Morín, pero sí que podría ser válido hablar de reflexión, cuando Brunet y Morell (2001) nos expresan que «dado que el observador, el fenómeno observado y el proceso de observación constituyen una totalidad, los cibernéticos y/o científicos de segundo nivel se observan cada vez que observan un sistema».
Como argumentos, donde podemos ver la cibernética en el constructivismo, están que considera a los sistemas irreversibles, inestables, impredecibles, envueltos en una autoorganización alejada del equilibrio. Asume una realidad biológica y socialmente (lingüísticamente) constituida, de la misma manera pone en tela de juicio el que el mundo como lo experimentamos es independiente de quien lo conoce.
Al final, una pregunta retumba en nuestras mentes poderosa y nos hacemos el cuestionamiento de si a través de ellas podría tenerse comunicaciones más francas y eficaces, se dice que el objetivo de la sociología, debería de ser responder a la siguiente pregunta: ¿Cómo se comunica la observación del mundo en el mundo? ¿Cómo tomando en cuenta que cada persona es un observador, crea su propia objetividad y realidad? ¿Cómo hablarle a todos ellos cuando se busca compartir un mensaje desde un observador más que forma parte del mismo sistema, realidad o ecosistema? Quizá el axioma de Foerster (1996:89) "Todo lo dicho se le dice a un observador" ayude a complementar estas conclusiones.
BIBLIOGRAFÍA
Brunet Icat, I., & Morell Blanch, A. (2001). Epistemología y cibernética. Papers. Revista de sociología., 65, 31-45. Google Académico. Retrieved Enero 09, 2023, from https://papers.uab.cat/article/view/v65-brunet-morell
Foerster, H. v. (1996). Las semillas de la cibernÉtica: obras escogidas. Gedisa.
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