Gratitud es un concepto que seguramente debe definir nuestras vidas. Todos los días en nuestro alrededor ¡Hay tanto por lo cual agradecer! Una reflexión somera, pero profunda y bien pensada, nos llevará a encontrar todos los privilegios con los que contamos en la actualidad: el de la vida, la salud, la familia así como todas las posibilidades de nuestra actitud en este mundo.
Hoy en día tenemos una realidad, que tiene sus propias características, como otras épocas de la historia, tiene sus situaciones complicadas, a manera de importantes retos a enfrentar pero también tiene un conjunto de posibilidades derivadas de nuestro momento y avance como humanidad.
En particular, en el país donde nos ha tocado nacer, México, podemos palpar una continuidad de la barbarie que ha podido constatarse en diferentes etapas, en aquellas de las grandes conquistas europeas o asiáticas. Las registra nuestra nación también en la época prehispánica, con los sacrificios ceremoniales, luego en la conquista, en menor medida con la inquisición, pero continúan con las guerras de independencia, reforma y revolución mexicana. En el actual periodo democrático, desafortunadamente, en las últimas décadas, siguen siendo parte de nuestra realidad mediante la violencia que azota el país, que unido a la corrupción y la impunidad, se convierten en los principales retos de nuestra sociedad.
No todo es oscuro, por el contrario, esta época de luces y sombras, distinta sí a la tranquilidad de otros periodos, como la de los emperadores antoninos, nos ha traído procesos democráticos, de múltiples libertades y defensa de los derechos humanos. Hoy en día, son muchas las realidades que forman parte de la sociedad que son dentro de la psiqué de conjunto, irrenunciables. Las oportunidades educativas se han popularizado, el voto de la mujer, principios de equidad, multiculturalidad, la esperanza de vida a través de adelantos en el sector salud, los derechos de los trabajadores, entre otros.
Si bien la libertad siempre conlleva una amplia responsabilidad, la justicia y la verdad, son valores fundamentales que nos ayudan para contar con ella, por esto deben impulsarse desde la educación, para vivirse en sociedad actualizados mediante la conciencia. Sin excesos, con el justo medio, con aquel derecho que te permite desarrollar sin afectar a otros, en convivencia. A través de los méritos, el esfuerzo y la solidaridad, sobretodo con quien más lo requiere, podemos construirnos y colaborar en el desarrollo de un mundo más próspero, con mejor prospectiva de futuro, más pleno y feliz.
El privilegio de mi vida hasta este momento, ha ido en constante dinamismo, como el río que fluye mencionado por Heráclito.
Hago uso de la capacidad del pensamiento, no tan seguido o de forma tan fluída como quisiera porque a veces existo y luego pienso, pero me apoyo del diálogo con las personas, también subo en hombros de gigantes para consultar lo que las grandes mentes del pasado nos legaron.
Mi búsqueda desesperada por el conocimiento tiene artífices, tanto personajes como experiencias. Los libros son al mismo tiempo que paraíso, refugio, pues nos permiten conocer mundos que aún no ubicamos, realidades como podrían ser o capítulos de la historia para poder aprender de ellos. Finalmente, muchos procesos como seres humanos, son cíclicos, nuestras aspiraciones tienen ese cause por el que otras han corrido, de ahí que siempre sea interesante conocer el flujo de las ideas.
En la antesala de los 40 años, la vida ha sido privilegiada, hermosa, de múltiples aprendizajes. Mi actitud busco sea de gratitud y aprendizaje, enclavado generalmente en el pasado y en el futuro, disfruto mucho cuando logro conectarme con el presente.
Amante de la naturaleza, creo en que con una biblioteca y un jardín lo tengo todo. Últimamente he aprendido a ver el firmamento a través de un telescopio, desde siempre me han gustado los idiomas, creo que cada uno de ellos es una atalaya desde donde ver a la humanidad, me apasionan por lo tanto las culturas.
Con la lectura ha venido la escritura, que realizo desde mi mente de ingeniero apasionado por la tecnología.
Esta época, con sus posibilidades, me apasionan porque sé que hay mucho por descubrir, mucho por aportar, para que los grandes retos que tenemos puedan superarse mediante la sabiduría, el conocimiento, la tolerancia, la paciencia, la concentración y la disciplina.
Finalmente, hay una fuerza mucho muy poderosa que es la cohesión de la vida: el amor.
Por ello, buscaremos seguir adelante siempre.
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