Quizá una de las más gratas características de una capacitación, es que nunca sabremos qué resultados obtendremos al final de la misma. No hablamos aquí solo de los resultados de aprendizaje, sino del ambiente que se generará en el grupo, la satisfacción que producirán los logros, las inquietudes generadas.
No lo sabemos porque depende de la circunstancia de todos los presentes, y ésta es cambiante, inclusive durante los minutos de una misma sesión. Un catálogo de personalidades se reúnen con un estilo de facilitar los temas y es ahí donde se pueden marcar grandes diferencias.
Es lógico que siempre se buscará planear las sesiones para los mejores resultados: dinamismo, alegría, escenarios donde el participante se sienta a gusto, donde los aprendizajes fluyan, las estrategias que permitan el poder adherirse los mismos al menos para el mediano plazo, y un larga lista de posibilidades que entre mejor esté intencionada la sesión pueden llegar a capitalizarse.
Sin que sea un acto determinístico claro que el facilitador puede abonar mucho al tipo de sesión a tener, para ello existe el encuadre, las metodologías, modalidades y demás conocimientos de la pedagogía así como la didáctica. Pero cualquier persona que ejerza la docencia, sabe que incluso estrategias similares producirán efectos diferentes dependiendo del grupo.
Esta sesión fue pues, muy satisfactoria. Ese encuentro de las competencias a desarrollar con los participantes, fue muy heterogéneo. Brinca en este momento, de esa manera desordenada como suele serlo, la reflexión de que cuando nos encontramos con grupos de colegas, o de docentes que nos han dado cátedra o que han sido nuestra autoridad educativa, ese "desarrollo de competencias" que pasa por los conocimientos, las habilidades y las actitudes, sigue siendo válido plantearlo al inicio mediante indicadores o evidencias concretas, sin embargo, cobra -como quizá en cualquier otra sesión- una labor destacada, la posibilidad de aportar a la formación mediante una herramienta poderosísima: el ejemplo.
Si el docente conoce, va preparando con sus conceptos fundamentales, entonces darán ganas de conocer, de aprender e investigar. Si se muestra hábil con los procedimientos, es más fácil que el alumno vea sus posibilidades de adquirir la técnica de su facilitador. Finalmente, un trato educado y amable con los alumnos, paciente, tolerante y de empatía dará como resultado lo mismo entre los participantes. Son cosas pues que no se hacen visibles o quizá no se hagan conscientes frente al grupo, pero que de manera intrínseca si se encuentran en la sesión, abonan al desempeño de la misma.
Otro aspecto a destacar es ¿Qué ocurre cuando al docente se le hace una pregunta que desconoce? Solamente en un instante como ese pueden salir a flote algunos valores tales como la honestidad, la humildad y la productividad "francamente desconozco la respuesta ahora pero podemos investigar y comentamos mañana" será mejor que titubear o tratar de confundir a los alumnos para evitar que sepan que no sabemos aquello. Finalmente debemos recordar que ¡Es imposible saberlo todo! Y que una de las ventajas del proceso de aprendizaje es que se va robustenciendo en el camino, que se puede construir y reconstruir, que hay etapas de análisis pero también de síntesis del nuevo conocimiento. Representa éste otro de los aspectos que va creando maestría en aquellos que tienen el privilegio de estar frente a grupo, y cuando éste robustece sus clases con el nuevo aprendizaje, también llega fortalecido a otros alumnos.
Por lo anterior, una pregunta o una inquietud, quizá hasta un aporte directo, puede ayudar rn mucho a muchos, uno nunca sabe la trascendencia de un planteamiento nuevo. Pienso ahora en el ejemplo de un docente que esté formando a sus alumnos en el método tradicional para multiplicar, ¡Qué venturoso sería que un alumno comentara que revisó un video de tik tok donde se muestra cómo hacer la multiplicación rusa! Con la novedad que esto representa y como la facilidad para hacer, multiplicaciones de más de un dígito convirtiéndola a su expresión mínima, este sería un valioso conocimiento para las generaciones futuras si el docente lo retoma como parte de su práctica. Se consolida él en su práctica pero también ayuda a mejorar los aprendizajes de los que vienen.
Eso sucedió a menudo en esta sesión, sobre todo en la primera, múltiples comentarios, preguntas, inquietudes en torno a cómo hacer ciertos proyectos. Si bien hizo que no se cumplieran los contenidos planeados para la sesión 1, dejó buenos aprendizajes al grupo.
La sesión 2 tuvimos el firme propósito de acabar con los temas propuestos, una disciplina ejemplar del grupo lo permitió. Al final los docentes hicieron gala de sus mejores actitudes y valores, la gratitud compartida permeó de manera sincera entre todos los que tuvimos privilegio de ser parte de ese espacio.