viernes, 29 de julio de 2022

El grupo de docentes y administrativos de Irapuato y Dolores Hidalgo

 


Quizá una de las más gratas características de una capacitación, es que nunca sabremos qué resultados obtendremos al final de la misma. No hablamos aquí solo de los resultados de aprendizaje, sino del ambiente que se generará en el grupo, la satisfacción que producirán los logros, las inquietudes generadas.

No lo sabemos porque depende de la circunstancia de todos los presentes, y ésta es cambiante, inclusive durante los minutos de una misma sesión. Un catálogo de personalidades se reúnen con un estilo de facilitar los temas y es ahí donde se pueden marcar grandes diferencias.

Es lógico que siempre se buscará planear las sesiones para los mejores resultados: dinamismo, alegría, escenarios donde el participante se sienta a gusto, donde los aprendizajes fluyan, las estrategias que permitan el poder adherirse los mismos al menos para el mediano plazo, y un larga lista de posibilidades que entre mejor esté intencionada la sesión pueden llegar a capitalizarse.

Sin que sea un acto determinístico claro que el facilitador puede abonar mucho al tipo de sesión a tener, para ello existe el encuadre, las metodologías, modalidades y demás conocimientos de la pedagogía así como la didáctica. Pero cualquier persona que ejerza la docencia, sabe que incluso estrategias similares producirán efectos diferentes dependiendo del grupo.

Esta sesión fue pues, muy satisfactoria. Ese encuentro de las competencias a desarrollar con los participantes, fue muy heterogéneo. Brinca en este momento, de esa manera desordenada como suele serlo, la reflexión de que cuando nos encontramos con grupos de colegas, o de docentes que nos han dado cátedra o que han sido nuestra autoridad educativa, ese "desarrollo de competencias" que pasa por los conocimientos, las habilidades y las actitudes, sigue siendo válido plantearlo al inicio mediante indicadores o evidencias concretas, sin embargo, cobra -como quizá en cualquier otra sesión- una labor destacada, la posibilidad de aportar a la formación mediante una herramienta poderosísima: el ejemplo.

Si el docente conoce, va preparando con sus conceptos fundamentales, entonces darán ganas de conocer, de aprender e investigar. Si se muestra hábil con los procedimientos, es más fácil que el alumno vea sus posibilidades de adquirir la técnica de su facilitador. Finalmente, un trato educado y amable con los alumnos, paciente, tolerante y de empatía dará como resultado lo mismo entre los participantes. Son cosas pues que no se hacen visibles  o quizá no se hagan conscientes frente al grupo, pero que de manera intrínseca si se encuentran en la sesión, abonan al desempeño de la misma.

Otro aspecto a destacar es ¿Qué ocurre cuando al docente se le hace una pregunta que desconoce? Solamente en un instante como ese pueden salir a flote algunos valores tales como la honestidad, la humildad y la productividad "francamente desconozco la respuesta ahora pero podemos investigar y comentamos mañana" será mejor que titubear o tratar de confundir a los alumnos para evitar que sepan que no sabemos aquello. Finalmente debemos recordar que ¡Es imposible saberlo todo! Y que una de las ventajas del proceso de aprendizaje es que se va robustenciendo en el camino, que se puede construir y reconstruir, que hay etapas de análisis pero también de síntesis del nuevo conocimiento. Representa éste otro de los aspectos que va creando maestría en aquellos que tienen el privilegio de estar frente a grupo, y cuando éste robustece sus clases con el nuevo aprendizaje, también llega fortalecido a otros alumnos.

Por lo anterior, una pregunta o una inquietud, quizá hasta un aporte directo, puede ayudar rn mucho a muchos, uno nunca sabe la trascendencia de un planteamiento nuevo. Pienso ahora en el ejemplo de un docente que esté formando a sus alumnos en el método tradicional para multiplicar, ¡Qué venturoso sería que un alumno comentara que revisó un video de tik tok donde se muestra cómo hacer la multiplicación rusa! Con la novedad que esto representa y como la facilidad para hacer, multiplicaciones de más de un dígito convirtiéndola a su expresión mínima, este sería un valioso conocimiento para las generaciones futuras si el docente lo retoma como parte de su práctica. Se consolida él en su práctica pero también ayuda a mejorar los aprendizajes de los que vienen.

Eso sucedió a menudo en esta sesión, sobre todo en la primera, múltiples comentarios, preguntas, inquietudes en torno a cómo hacer ciertos proyectos. Si bien hizo que no se cumplieran los contenidos planeados para la sesión 1, dejó buenos aprendizajes al grupo.

La sesión 2 tuvimos el firme propósito de acabar con los temas propuestos, una disciplina ejemplar del grupo lo permitió. Al final los docentes hicieron gala de sus mejores actitudes y valores, la gratitud compartida permeó de manera sincera entre todos los que tuvimos  privilegio de ser parte de ese espacio. 




martes, 26 de julio de 2022

Los catedráticos de Guanajuato


Son las nuevas experiencias retadoras, emocionantes y confrontadoras.  

Tener en frente a los docentes de la UPN en la sede más grande del estado, me llevó a ese ejercicio por el que pasa el estudiante que ahora debe asumir el rol de facilitador con sus maestros. La experiencia del posgrado aún estaba muy reciente por el examen recepcional y aunque si bien no conocía a la gran mayoría, a excepción de la Doctora Gabriela Celina, que había sido la secretaria en mi jurado, todos ellos estaban en la posición inicial de docentes de la institución que me había otorgado los estudios de maestría.

 En aquellos momentos, la confianza de poder compartir algo valioso bajo el aforismo de que "nadie es tan sabio que no pueda aprender algo de los demás, ni tan pobre que no pueda dar algo a los otros", me llevó a revalorizar los alcances de la habilidad digital, de donde hay mucho por aprender, por lo que me decidí a hacerlo con pasión. Mi otro aliciente, sobre todo cuando estoy con docentes o recién egresados que ejercerán la docencia, es que una sesión bien explicada, puede generar beneficios en los tiempos de operación en el aula o incluso ser conocimientos que directamente lleguen a los alumnos, esto se convierte también en un motor potente que me impulsa a hacer las cosas de manera adecuada.



Y de pronto, fui consciente al inicio de la sesión, se empezaron a descifrar las personalidades, pues en cada intervención vamos midiendo, probando, explicando en ocasiones quiénes somos, qué buscamos y qué queremos. Innegable, estable frente a ese carisma del docente: la responsabilidad, la atención y la humildad de quienes sabemos que somos si acaso cuando tomamos la cátedra "el más adelantando de los alumnos del grupo en ese tema".

La creación del ambiente de aprendizaje más la solidaridad iniciales, ayudaron a cohesionar el grupo, también la empatía y la paciencia que deben de prevalecer en grupos que siempre serán heterogéneos. Mezcla de juventud y experiencia (juventud acumulada), el grupo se volvió una mezcla brillante.


Recordé durante las sesiones a excompañeros en el nivel medio superior, a otros que en su momento me apoyaron en eventos, todos fueron tan humanos de recordarme gratos momentos donde nos conocimos. La charla con el Dr. Armando fue de afinidades, disfruté con la charla literaria y el grato regalo de tres de sus libros ¡Jamás pensé que este curso me daría tales presentes! De la misma manera, aprendí de la sencillez de doctoras y maestras que de forma callada dominaban cada concepto que se compartía en el curso.

La sesión fluyó, pero ha sido hasta ahora la de mayor cantidad de preguntas por parte del público usando su capacidad de construcción y deconstrucción del conocimiento ¿Cómo se hace esto? ¿Cómo podría hacer aquello?

Al final, me llevé una grata satisfacción por esta primera oportunidad memorable de compartir con los docentes de la sede Guanajuato, en espera de que los contenidos desarrollados realmente sean parte de sus soluciones.

martes, 5 de julio de 2022

La casa de las palabras

Por: Eduardo Galeano

A la casa de las palabras, soñó Helena Villagra, acudían los poetas. Las palabras, guardadas en viejos frascos de cristal, esperaban a los poetas y se les ofrecían, locas de ganas de ser elegidas: ellas rogaban a los poetas que las miraran, que las olieran, que las tocaran, que las lamieran. Los poetas abrían los frascos, probaban palabras con el dedo y entonces se relamían o fruncían la nariz. Los poetas andaban en busca de palabras que no conocían, y también buscaban palabras que conocían y habían perdido. En la casa de las palabras había una mesa de los colores. En grandes fuentes se ofrecían los colores y cada poeta se servía del color que le hacía falta: amarillo limón o amarillo sol, azul de mar o de humo, rojo lacre, rojo sangre, rojo vino...

¿Quién fue Helena Villagra?
Helena Villagra fue mucho más que la esposa de Eduardo Galeano. Fue su inspiración, la última de las tres mujeres que penetraron en su intimidad y formaron parte de su vida. Fue su musa y partícipe directa de sus obras

La decisión

Por: José de Jesús Marmolejo Zúñiga

Un día sentí la impotencia de ver a la gente sufrir dolores y enfermedades, con entusiasmo desee saber curarlos, ayudarlos, poder ser médico o enfermero ¡Era admirable cómo ellos tenían ese don de cambiar lágrimas por sonrisas reconfortantes cuando las personas podían abandonar la camilla del hospital para regresar a la paz de sus hogares!

Otro día vi la desesperanza en la que se puede caer cuando no se tiene una mirada alentadora de la vida, cuando no hay razones en las mentes para creer, cuando el corazón está vacío de los más hermosos ideales. Desee poder dar plenitud a otros con la iluminación que no viene de lo terrenal, sino de lo trascendente. Ese día quise ser religioso.

Pero en una ocasión vi la mirada soñadora de jóvenes egresados del nivel medio superior que -espero momentáneamente- ocupaban funciones operativas en la sociedad, dignas todas ellas, pero con las que no estaban conformes ni por su nivel de estudios ni por lo que habían proyectado para el futuro, parecían encontrarse en un laberinto sin salida visible. Una cosa era cierta: ninguno de ellos había continuado al siguiente nivel escolar, la licenciatura. 

A su manera, dos de ellos cobraban un servicio, el tercero tenía una función arriesgada y no quería estar continuamente en ello. 

Todos me saludaron, a pesar de que inicialmente no los reconocí plenamente (coincidimos un año escolar donde los veía ocasionalmente, ellos eran 850). Sus miradas eran de nobleza, la misma me comprometía. Mi reflexión comenzaba a hervir en el interior.

Fue en ese momento cuando me pregunté si algo había faltado ¿Bastaba con recordar a los egresados que "viento en popa" contaban con un plan de vida acorde a sus sueños? ¿Aquellos a los que sus familias apoyaban de diversas maneras, la más poderosa probablemente con el ejemplo? ¿Por qué me sabían a simulación algunos de los procesos del sistema educativo? ¿Era ético que las autoridades nos siguiéramos dando explicaciones del por qué algunas cosas no suceden usando el término "multifactorial"? ¿O con una verdadera vocación, conocimiento, habilidad y esfuerzo podíamos hacer mejor las cosas en favor y con esos jóvenes? Como nunca me ha gustado la autocompasión, ni la victimización y creo en la capacidad infinita que da Dios al ser humano, opté por creer que aún se puede hacer mucho más.

En ese momento, se renovaron dentro de mi, unas ganas contundentes como erupción volcánica de dar la batalla contra el triple sello que cierra tantas puertas: el de la ignorancia, la apatía y la indiferencia. Colaborar para que la Educación sea una pasión, una ciencia y el más noble acto de amor hacia la sociedad.

Ese día consolidé mis ganas de ser formador, de colaborar con la educación y por supuesto, de hacer equipo para que cada vez más personas vibremos en esta frecuencia.

viernes, 1 de julio de 2022

El genial grupo de Dolores, cuna de la independencia nacional

 


El entusiasmo es una mirada alegre para transitar la vida. 8 egresadas de la carrera de intervención educativa, cuentan con esa como una de sus principales herramientas para abrirse camino en el entorno laboral.

Mujeres comprometidas, atentas y con deseos de aprender todo aquello que pueda servirles, contaron con las mejores actitudes para desarrollar el curso de habilidades digitales.

 

Si bien la tecnología en momentos no tiene palabra de honor y los equipos o la conexión a Internet pueden fallar de un momento a otro, la constancia que presentaron ayudó a que se cumplieran los objetivos del curso. 

Como suele suceder, al tercer curso, muchos aspectos de la secuencia didáctica han tenido oportunidad de comprobarse, motivo por el cual, en esta ocasión, aunque con unos minutos de retraso en la segunda sesión, el tiempo fue más que suficiente para llegar a los productos finales, pues previamente se fue indicando a las alumnas que debían guardar los enlaces de cada ejercicio. 


De la misma manera, el documento base del curso, fue guardado en drive, para con ello evitar problemáticas de otros grupos como que el mismo se olvidara o no estuviera disponible en la computadora.

 

En este grupo incluso surgieron planteamientos de nuevas propuestas y preguntaron por soluciones a problemáticas que buscaban resolver, ¡Niveles taxonómicos superiores, construcción y deconstrucción del conocimiento! Noté en sus expresiones reflexiones profundas y sinceras.