Sencillamente era diferente.
Convivir con otras formas de pensamiento era enriquecedor.
Personas con viajes internacionales, intereses enclavados en el mundo de los negocios y una vibra llena de energía. Sonoridad que hablaba de dinamismo. Charlas de café en el horario de 4 a 5 de la mañana en salas lounge con covers en jazz.
En los grupos de whatsapp personas opinando de temas del acontecer nacional, con experiencia y estrategia.
La charla-comida más reciente con una mentora, dilucidando lo que es el esfuerzo por alcanzar lo que uno quiere, ejemplificando con su vida, galardonada con 3 títulos universitarios de licenciatura, 2 de maestría y uno de doctorado. Más de 500 cursos ¡No le debo nada a nadie! Decía con orgullo. ¡Hay que aprender a esforzarse! Complementaba.
Por otra parte, recibiendo la asesoría de otra mujer que con una inteligencia amplia, podía charlar con todos los personajes, estar bien con cada uno de ellos, coincidir con pocos y guardar el equilibrio del universo con su empatía femenina. Sagacidad combinada con la más alta prudencia.
La compañera de vida por su parte, generosa y encantadora, fiel en los momentos complejos. Una joya depositaria de todo el amor que un hombre puede dar a una mujer.
Los padres, sencillos, genuinos y siempre dispuestos a servir.
Los hermanos, en una nueva dinámica que poco a poco tomaba nuevos rumbos de fortaleza.
Días de recordar acendradamente las tonalidades del chino mandarín, el vocabulario japonés e italiano, la gramática francesa e inglesa ¿Por qué? Porque estaban a punto de utilizarse.
En el futuro, luz para la conciencia.
Planeación de temáticas relacionadas con la tecnología, la innovación y la pedagogía, por el momento.
Una próxima presentación que representaría un objetivo a punto de alcanzarse. Entrevistas importantes a atenderse desde el extranjero.
La vida marchaba así en estos tiempos, faltaban algunos equilibrios en materia alimenticia, de ejercicio y quizá un poco de horas de sueño.
Pero era una nueva realidad, una que junto con el esfuerzo traería nuevas conclusiones.
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